¡Hola, pequeños lectores del verano!

¿Qué tal los tratan las vacaciones? Yo no he parado de leer tirado a la sombra de la glicina. Leí como novecientos noventa y nueve libros en lo que va del año. ¡No les miento! Es lo que más me gusta hacer... Aunque si me leen historias a mí, también me encanta, pongo los oídos bien atentos y los ojos muuuuy abiertos, y me entrego a la magia de la literatura.

Hace unos días encontré un libro tan refrescante como la glicina que me cubre durante los días de mucho calor; se llama Cuando floreció la risa y es de una autora de Nicaragua, Gioconda Belli, que es muy famosa, sobre todo entre los lectores adultos, porque ha escrito montones de historias para lectores mucho más grandes que nosotros. Las editoriales Amanuense y Libros del Zorro Rojo se juntaron para esta ocasión y armaron una coedición genial logrando un libro único, con ilustraciones coloridas y alegres, de la uruguaya Alicia Badalan, que desde hace muchos años vive en Italia.

Esta es la historia de Enea y Alia, dos niños que son los primeros habitantes del mundo y viven en un bosque mágico, lleno de vida pero que nunca conoció la risa. Hasta ahora, porque estos niños, mientras se van conociendo y descubriendo, se ríen sin parar, de sus cuerpos y sus caras, de los árboles y las mañanas; todo lo que los rodea les hace cosquillas y es motivo de risa. El bosque jamás había oído a nadie reír y decidió acompañar a Enea y Alia en esta aventura de conocimiento y diversión asegurada. Este libro es ideal para cuando uno tiene ganas de aprender y de que le contagien la risa, porque en esta historia la naturaleza crece y florece a carcajadas.

Además de recomendarles esta lectura, los invito a que preparen la panza para desternillarse de la risa, y vean y escuchen a Gioconda leernos a todos Cuando floreció la risa.